martes, 23 de noviembre de 2010

sábado en San Pedro

Decidimos Eleonora y yo, con Victoria y Jorge, ir a San Pedro para recordar una batalla que si bien se perdió en el resultado inmediato en vidas y en rotas cadenas,
se ganó para la historia, por su valor y decisión, algo parecido a aquella historia bíblica, la de David y Goliat.
Haciendo un poco de historia,
los imperios dominantes de la cultura y el comercio, Francia e Inglaterra intentaron fragmentar nuestro territorio, pero, ante la respuesta que recibieron tanto por parte de los pobladores y del ejército desde las orillas del río Paraná, y viendo en un estudio de mercado in situ que no les convenía tanto esfuerzo,
tuvieron que reconocer el derecho soberano de nuestro país, en sus aguas y en su territorio, y dejar de pensar (como algunos compatriotas de ese entonces que hasta viajaron en las naves extranjeras para invadir su propio país) en la posibilidad de escindir de nuestro territorio a las Provincias del Litoral - como antes lo había sido La Banda Oriental del Uruguay - y tornar así al Río Paraná en un río internacional para permitir ingresar los buques "comerciales" de las dos potencias europeas, y llegar hasta Paraguay.
Paraguay, Nación ejemplo de la naciente industria y cultura que años después sería arrasada en la vergonzosa Guerra de la Triple alianza (Triple Infamia) fogoneada por Inglaterra.
El Reino de Inglaterra principalmente tenía un declarado propósito comercial pero tras vestido de "cultura y progreso" .
Aún algunos de nuestros compatriotas, siguen pensando que hubiera sido mejor ser colonizados por ingleses... pero ese es tema para otro mail...
Lo cierto es que fuimos a San Pedro, Jorge con una paciencia y amor infinito nos acompañó, al principio, y luego agradeció haber ido.
Estuvimos sentados en la playa, con un picnic de frutas y mate. hicimos fotos, filmamos, cantamos el himno, nos vimos bañados por los fuegos artificiales, por el tronar de las baterías junto al río y por la luna brillante y redonda.
Lo que me emocionó fue ver a Victoria dibujando flores en la playa en la que hace 165 años se desarrollaba una batalla que fue ignorada por la historia oficial hasta este año en que se la visualizó y de la que tomamos un mejor conocimiento por todo lo que significó.
Don José de San Martin se ofreció para participar en la causa. En su testamento le legó su sable al Brigadier Don Juan Manuel de Rosas por haber encabezado la resitencia a pesar de la magnitud de los invasores.
Esta parte de nuestra historia se nos negó solapadamente porque esa respuesta ante el imperialismo europeo, había sido organizada por Rosas y Mansilla, personas a las que la historia oficial de Mitre, un pro británico hasta los tuétanos, descalificó, Descalificación que tocó también a San Martín aduciendo que como estaba en una edad avanzada no podía distinguir bien que estaba decidiendo...
San Pedro fue una fiesta de la memoria y la tengo en el corazón.
Hay mucha historia que espera ser re conocida y también discutida y confrontada.
Si nos interesamos en conocerla estaremos en condiciones de amar más a nuestra tierra / patria sintiéndonos parte de ella.